sábado, 19 de abril de 2014

Jueves

Este es el segundo de una serie de publicaciones respecto a la Pascua, los últimos días de Jesus, algunos pensamientos propios y reflexiones sobre la Expiación y la Resurrección de Cristo. Se dan de acuerdo a la cronología de la Semana Santa.

Jueves
(Mt. 26:17-75, Mr. 14:12-72, Lc. 22:7-23:56, Jn 13-18, 19:1-16)

Al siguiente día ocurre una serie de sucesos que nos son bien conocidos. La llamada "Última Cena", o la Institución de la Santa Cena, como la llamamos los mormones; la oración en Getsemaní; y por último la aprehensión de Jesucristo. Todos estos, como he dicho, son bien conocidos y no tiene sentido hacer una relación extensa de los mismos. Pero me gustaría hacer unas cuantas observaciones:

El último momento que el Señor tendría de dirigirse a los discípulos. El último día con sus amigos, pues así les llegó a llamar, para celebrar una de las festividades mas importantes de la sociedad en que vivió: la Pascua. ¿Qué podría estar pensando y sintiendo esas últimas horas? Claramente aprovechó esos momentos para su última y mas grande instrucción. Tres de los evangelistas (Mateo, Marcos y Lucas) nos plantean un escenario familiar, los símbolos que ya conocemos, la Santa Cena, el pan sin levadura y el cordero pascual; pero Juan nos da una amplia reseña de lo que el Salvador consideró de mayor importancia para las "últimas palabras", y que da una idea clara de lo que pasaba por Su mente en ese momento. 

Se describe el lavamiento de pies y la importancia del servicio, declara sus tan conocidos títulos: El Camino, la Verdad, la Vida, la Vid verdadera. Promete la venida del Espíritu Santo y da una explicación sobre la naturaleza de Dios. Proclama la oración intercesora por los apóstoles y por todos los discípulos, por nosotros. Y como corolario a su ministerio nos dice: "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis los unos a los otros", "Si me amáis, guardad mis mandamientos" y una vez mas "Éste es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, como yo os he amado". El gran mandamiento, la ley mayor del amor, reiterada en tres ocasiones durante este último momento de intimidad y camaradería con quienes fueran sus más allegados discípulos. 

Tres ocasiones.

Posteriormente vemos la salida de Judas con su pronto regreso para traicionar a Cristo, la negación de Pedro y la huida de los discípulos. Sólo menciono lo que más adelante será de importancia: La negación de Pedro no fue una, sino tres ocasiones. El día concluye con la aprehensión voluntaria del Salvador.

Tres ocasiones.

"...y en seguida cantó el gallo..."

http://youtu.be/CbHsedWSyPc
En esta ocasión es "The Last Supper" de Jesucristo Superestrella.

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